No se oía el bullicio del pueblo, ni el motor de los coches,
que habían sido desviados hacia la nueva carretera que iba a la ciudad. Si no
fuera por la vida que provenía del mismo campo, el antiguo cementerio estaría
totalmente muerto. Desde detrás de cada arbusto y cada árbol se escuchaba el
canto de las cigarras macho y el zumbido de algunas abejas obreras que buscaban
néctar en el interior de las florecillas silvestres crecidas durante la
primavera. Unos cuantos gorriones y verdecillos examinaban cautelosos el
paisaje antes de descender de sus ramas para comerse las simientes que
encontraban en el suelo. El sol del mediodía apretaba con fuerza en lo alto del
cielo y un soplo débil y cálido ayudaba a transportar los sonidos de un lado a
otro del cementerio. Ni una sola de esas viejas lápidas de piedra resquebrajada
ofrecían un ápice de sombra. Alejandro parpadeó varias veces, la claridad del
día le escocía los ojos. Todos los poros del cuerpo le goteaban sobrecalentados
por el sol y sentía un dolor punzante en la mano. El olor a campo almizclado
con su propia fetidez a sudor intenso se le hizo insoportable. Se giró sobre un
lado y, después de dos o tres arcadas, vomitó un líquido amargo del color del
trigo. Se sentó como pudo y dejó caer su espalda contra la estela caldeada. Vio
que su camisa a rayas blancas y azules estaba manchada de rojo, al igual que su
pantalón y la punta de uno de sus zapatos. El fluido rojizo le provenía de su
mano izquierda. Su dedo corazón había desaparecido, ya no estaba ahí; en su lugar,
un muñón cubierto de sangre seca y costra blanda y amarillenta dejaba un hueco perturbador
entre los otros cuatro dedos....
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Este relato es digno de haber sido firmado por Agatha Christie o de haber sido llevado a la gran pantalla, por el inolvidable y único Alfred Hitchcock. Conforme vamos leyendo, la inquietud y la necesidad de descubrir qué le ha ocurrido a Alejandro, van en aumento. Creo que es un gran relato y que tú, Mayka, apuntas a ser una gran escritora. Sin duda, con esta historia te has superado. Mis más sinceras felicitaciones.
ResponderEliminarUn estupendo relato, te felicito desbordas muchas creatividad al escribir.
ResponderEliminarUn saludo
Oliver